El próximo viernes 10, a las 21:30, realizaremos un concierto en La Enoteca (Peltier 611, ciudad de Mendoza), dedicado íntegramente a la obra de Georg Friderich Händel. Se suma al conjunto, además de excelentes invitados locales, la clavecinista argentina radicada en Suiza, Laura Mendy. Para nosotros, una oportunidad fantástica de reencontrarnos con una querida amiga y gran artista, y para quienes disfrutan junto a nosotros desde la platea, la posibilidad de vivenciar un concierto lleno de perlas.
Les dejamos abajo las cuatro entregas que fuimos publicando en Facebook, para ir conociendo mejor el repertorio y dejar el corazón dispuesto para el disfrute total. Esperamos que puedan acompañarnos!!!
PRIMERA ENTREGA: Quién no ha oido hablar de Haendel? "El del Aleluya", dirán los más enterados. O al revés... quién no ha escuchado, aunque más no sea en una boda, el famosísimo "Aleluya"? Y ahora puede saber, además de que es de Haendel (también se puede encontrar escrito Händel y Handel), y que forma parte de un oratorio, "El Mesías", que Haendel lo estrenó en 1742... hace 280 años! Pues bien, este señor, contemporáneo de Johann Sebastian Bach, tiene una cantidad impresionante de música bellísima. Y esta hermosura es la que no tiene tiempo ni edad, y es lo que a Violetta Club le entusiasma cuando montamos un programa. Así es que aprovechando la visita por la Argentina de Laura Mendy, clavecinista de La Plata y ahora radicada en Suiza, empezamos a soñar con un concierto que celebrara nuestro reencuentro como músicos y amigos, y que fuese absolutamente disfrutable... e inmediatamente surgió el nombre de Georg Friderich.
De Haendel se saben unas cuantas cosas, ya que fue uno de los músicos que más tempranamente recibió biografías (él murió en 1759, y al año siguiente ya había una escrita!), y que sigue dando que hablar: actualmente, en la nueva exposición sobre su obra en el Haendel House Museum, en Londres, el especialista David Hunter releva datos interesantísimos, sobre su terrible humor, sus glotonerías, su amor al buen vino, y hasta sobre sus preferencias sexuales. Hoy se especula que, más que ser un prudente luterano, era un sibarita, que vivió en vida las glorias del reconocimiento. No sin esfuerzos: de su Alemania natal salió a Italia, y luego se radicó en Inglaterra, donde es considerado como un compositor nacional. Sus restos permanecen hoy en la Abadía de Westminster, en Londres, junto a otros grandes como Henry Purcell. Estas dos experiencias vitales nos inspiraron a organizar el programa en dos partes: una dedicada a su estadía en Inglaterra, y otra su amada Italia y al estilo italiano. En la primer parte, tocaremos unas de las tres suites de "Water music" (Música acuática). Estas suites fueron ejecutadas durante un famoso paseo del rey Georg I, en 1717, por el río Támesis. Las crónicas cuentan que el rey junto a su séquito se embarcaron río arriba hacia Chelsea, y allí tomaron su almuerzo. En una de las barca viajaban los músicos, y desde allí acompañaron el viaje ejecutando estas piezas. El rey se fascinó, he hizo que las tocaran una y otra vez. Esta historia nos habla de dos cosas importantes: primero, la creatividad e inventiva de Haendel, siempre atento a nuevas estrategias para posicionar su música, y segundo, a un aspecto relevante de orden político. La figura del rey estaba debilitada en ese momento por su enemistad con el príncipe y la princesa de Gales (de hecho, ellos no participaron del evento). El famoso paseo, con tan magnífica música, en realidad terminó por reforzar la posición del rey. Haendel demostró su lealtad antes que pensar en los beneficios del futuro, ya que los príncipes serían luego el rey Georg II y la Reina Carolina. Y no se equivocó: la música que creó para esa ocasión pasó a la eternidad. El viernes 10 de agosto, a las 21:30 en La Enoteca (Peltier 611), empezamos el concierto con esta obra.
SEGUNDA ENTREGA: El próximo viernes 10 de agosto incluiremos en nuestro concierto en La Enoteca, dedicado a la maravillosa música de Georg Friderich Haendel, algunos fragmentos de sus célebres oratorios. Luego de la III Suite que les contaba en anterior entrega, haremos "As with rosy", de su oratorio Theodora. Les recomiendo altamente que vean en YouTube la versión con puesta que hizo Peter Sellars, puestista magnífico que ha trabajado en colaboración con el gran director William Christie (todo lo que vean de Sellars, y todo lo que escuchen de Christie y del grupo que dirige, Les Arts Florissants, los conmoverá!). En nuestra versión, Gloria López encarnará a Irene, que es la amiga de la protagonista del oratorio. Luego, de "The Messiah", su monumental y conocidísimo oratorio, haremos "How beatiful are the feet", una página preciosa que estará a cargo de Griselda López Zalba. Y finalmente, de "Judas Maccabeus", el dúo para soprano y mezzo "Oh, lovely peace". Agrupamos estas tres piezas en la primer parte, dedicada a la veta inglesa de este compositor alemán de nacimiento, ya que las tres tienen texto en inglés y fueron compuestas durante su estadía en Inglaterra. Haendel estrenó " Theodora" (la historia de una mujer cristiana en tiempos de Dioclesiano) en 1750... se había mudado a Londres en 1712, a partir del enorme éxito de su ópera "Agrippina". Para entonces, era ya un ciudadano británico: Jorge I, el mismo a quien había dedicado sus Water Music para su paseo por el río Támesis, lo había naturalizado en 1727. Poco antes de "Theodora", en 1741, había compuesto "The Messiah", que se convirtió hasta el día de hoy en su obra icónica, y que relata la vida de Cristo. "Judas Maccabeus", de 1746, basada al igual que todos los oratorios, en pasajes bíblicos, narra la historia de Judas, un líder militar que recuperó Jerusalem en el año 165 A.C. El dúo que haremos en el concierto, originalmente situado casi al final del oratorio, cierra la primer parte de nuestro recital. Los tres oratorios forman parte de la producción final de Haendel: su estilo decantado, glorioso, lleno de influencias magníficamente aprovechadas (de su Alemania natal, de su estadía juvenil en Italia, y de la Inglaterra que lo cobijó y adoró) creemos, podrá ser disfrutado con esta selección.
TERCERA ENTREGA: Nuestro concierto del 10 de agosto próximo en La Enoteca está, como les contaba, planteado en dos secciones (Haendel en Inglaterra, Haendel en Italia), y continúa en la segunda parte con una espectacular Sonata: la sonata IV en Sol Mayor, de su opus 5. El opus 5 es un grupo de 7 sonatas compuestas en 1739, en el que la sonata IV se destaca especialmente. En la época de Haendel el formato más usual para las sonatas era el del trio (dos violines y bajo), y ese formato es el que usa en todas sus sonatas de cámara de 1739, salvo la que podrá escucharse en el concierto, que es la única que incluye una cuarta línea melódica, aproximándose así al formato de cuarteto de cuerdas que será tan celebrado en décadas posteriores.
Pero... qué era una sonata en tiempos de Haendel? Palabra vapuleada si las hay, ya que bajo esta categoría hay infinidades de formatos -eso sí, siempre para instrumento o instrumentos, pero sin voz-. Había entonces sonatas de un movimiento, o de varios. Y cuando tenían varios movimientos, muchas veces se estandarizaban en cuatro, alternando tiempos lentos y rápidos. Pues bien, esta sonata en Sol Mayor es también una rareza en este sentido, pues ni tiene cuatro partes, ni sigue un plan estricto de lento-rápido-lento-rápido. Tiene cinco movimientos, e incluye algunas danzas que solían presentarse en otro género contemporáneo (la suite): pasacaille, gigue y menuet... tercer, cuarto y quinto movimiento. La pasacaille, muy inspirada, había sido ya incluida en su ópera Radamisto de 1720. Estas economías eran entonces absolutamente usuales y permitidas, máxime en compositores como Haendel que producían una ópera al año como promedio! En los dos primeros movimientos de la sonata el primer violín tiene un protagonismo particular, y requiere de una afiatada técnicay expresividad. Por cierto: Haendel, además de tocar órgano, clave y oboe, tocaba el violín. Como violinista de la ópera de Hamburgo habìa compuesto sus primeras óperas en italiano, y había tomado valor para viajar y permanecer en Italia durante su juventud.
CUARTA ENTREGA: Haendel tenía un olfato impresionante. Fue uno de los primeros en darse cuenta de que la música unida a la espectacularidad sería la fórmula del futuro. Y aún nacido en tierras de larga e importantísima vida musical, Alemania, avisoró la importancia sin igual de la música en Italia, de la manera de hacer música en aquellos lares... y allá se fue cuando tenía poco más de veinte años.
Suele señalarse a Italia como la cuna de ese estilo, el barroco, que sucedió al rencimiento y que puso en foco la palabra. Este origen explica que la ópera haya tenido al italiano como lengua natural para relatar sus historias. Y las tres arias de ópera que incluimos en nuestro próximo concierto, si bien no fueron compuestas en Italia, sí suenan en la cantarina lengua de Dante y Petrarca. La primera de ellas, "Qui l'augel di pianta" es de la ópera "Acis y Galatea". Originalmente, Haendel había escrito en inglés, y sobre el texto de un libretista inglés, una maske (género similar a la ópera, pero que incluye también danzas y actuación). Luego readaptó la pieza, agregó partes de cantatas en estilo italiano, y la convirtió en la ópera pastoral que es actualmente, y una de las obras más representadas de Haendel en todo el mundo. "Ariodante" sí tuvo libretista italiano... pero fue estrenada en el Covent Garden de Londres. "Doppo notte, altra e funesta" es una de sus arías más vibrantes: exige velocidad, color y registro amplísimo, cualidades que debió haber tenido el castrato que la estrenó, Giovanni Carestini. Para terminar, el bellísimo duo de la ópera "Sosarme", "Per le porte del tormento" (por cierto, altamente recomendable la versión de Bejun Mehta y Rosemary Josua: http://www.youtube.com/watch?v=), cierra el recorrido por la obra magnífica de Haendel, a puro placer y emoción.
El viernes 10, a las 21:30, en La Enoteca (Peltier 611, Ciudad). En el evento HAENDEL al malbec, más datos!